Saludos amigos y compañeros de “dándolo todo”, bienvenidos a un día más de no pegar ni chapa en la oficina! Vamos a hacer lo más productivo de la mañana, dar una nueva entrada a nuestro reciente y reluciente blog cicloturista. En esta ocasión narraremos (mi teclado y yo) una breve pero intensa salida, de esas nerviosas que llegas a casa todavía excitado por la intensidad.
TODAS LAS FOTOS DE LA ETAPA
FICHA DE EL COLLAO D'ARTANA
Estamos en el trabajo, una amiga nos deja, lo cual la llena a ella de gozo y alegría, ya veis que cansinas se están poniendo las cosas en la oficina. Decidimos salir a comer y celebrarlo a nuestro queridísimo restaurante italiano repleto de carbohidratos. Un día de liberación no ocurre a diario, por lo que nos regalamos con una buena botella de lambrusco tinto que ya nos pone medio en orbita. Una vez realizadas las despedidas de rigor, toca ir a casa a darlo todo en el sofá, y es que el lambrusco me ha dejado sonriente como un bobo comiendo una piruleta. Entonces ocurre lo de siempre, llevo en mi panza la ensalada, la pasta con salsa de verduras, la pizza royal y la puñetera cazuela a los 4 quesos…si es que siempre lo damos todo! En todos los terrenos. Y pienso, para que voy reposar esta panzada en el sofá cuando potarla enterita en una cuneta sin bajar de la bicicletita, a modo de aspersor! Dicho y hecho, ya estoy embutido en mis rojos ropajes ciclistas y me dirijo hacia el puerto de Eslida. Hoy no dispongo de mucho tiempo.
Saliendo de Burriana, opto por pasar de la cansina carretera de Betxí, que con sus interminables rectas hacen aburrir el pan a cualquiera. El camino rural o agropecuario tiene un atractivo innegable para los que somos oriundos de estos lugares…el asfalto roto, el olor a naranjo y a viejos pulverizantes, esos perros gorileros hijos de mil padres que se salen a perseguirte desde una desvencijada furgoneta, las cagadas de cabra y más! Circulando por estos “caminets” me vienen a la memoria mis inicios ciclistas allá por el año 1988-89. Camí d’Artana, la Cosa o Santa Pau...aquí estuvo el inicio propiciado por mis familiares más cercanos, hay que mencionar a Paquito, Tiotín y como no, al maravilloso “Vicentico” Beltrán. Nuestro grupo era l’AGROPEQUÀRIA”, juntando lo mejor de la tierra y del rebaño.
Circulando por el camino que pasa muy cerca de la Muntanyeta de Sant Antoni, recibo un correo electrónico que me insta a regresar más temprano de lo previsto a casa. Maldición! A la mierda el puerto de Eslida. Habrá que hacerlo más breve pero más intenso. Subiré al Collao d’Artana, pero en modalidad dándolo todo y regresaré. Vaya idea que se me ha ocurrido, con toda la argamasa italiana aún cociéndose en mis entrañas. Ya me encuentro muy cerca de la rotonda que precede a la corta subida.
Estoy muy cerca y pienso que será divertido llevar un registro de tiempos de las subidas que hacemos habitualmente en nuestras etapas, así podremos comparar como evolucionan los estados de forma a lo largo de la temporada…vaya ideaca! Adelante, pues, llega la primera rampa, debería ir de menos a más y llegar a la cima pletórico…esa es la teoría, empezar suave a 15-16 por hora e ir aumentando. Me pongo a 29 nada más empezar, vaya locura! A la mierda la teoría. A los 150 metros me doy cuenta de que así no vamos a llegar enteros a arriba. Bajo a 20, intentaré mantenerlos hasta la cima. Primeros 500 metros, ostia como me arden las piernas y el pecho va loco como en la feria, al final va a resultar que es casi una cronoescalada. Fiel a mí mismo me mantengo en los 20 km/h y estoy al final de la recta central. Llega la curva y me levanto en pie, ahora si que lo estoy dando todo! Ya casi corono! Se me había olvidado esa desagradable sensación que sólo se experimenta en la competición, esa sensación de ir tan descoordinado con la respiración que parece que “se te’n va a ixir el pollastret per la boca” jejeje. Mi condenado cuentakm es de estos que hay que detener la bici para que pare de contar tiempo y distancia. Así que llego arriba esprintando y me paro en seco justo en el cambio de rasante. Me adelante un coche. Se para a los 20 metros y echa marcha a atrás a ver si me encuentro bien. Se ve que mi parada en seco lo ha dejado estupefacto. Resulta ser Juan Carlos el de la taberna del Buho Chino de Artana. Me encuentra entendiéndomelas como puedo con mi “pollastret” y creo que ni me reconoce, afortunadamente. Como puedo le explico que he parado en seco para atender una llamada, claro, vaya bochorno, si le digo que he parado en seco para detener un cuentakm…pensará que debo ir al asilo…y a todo esto la puñetera casseruola de los 4 formaggi pugnando como loca por sifonar todo el alto del Collao d’Artana!
Tanta movida y reviso los tiempos…y son de una mediocridad supina, coño, ¿qué esperabas? Si somos una tropa de globeros!
no subo el collado a 29 ni en vespino...
ResponderEliminarPero no has puesto los datos de la subida.
ResponderEliminarjajaja, no los he puesto.
ResponderEliminarcuando más datos de más subidas publicaré una entrada de tiempos en puertos conocidos.