DESIERTO DE LAS PALMAS 24-10-2009

El pobre Gascó, en el hospital tras el porrazo en la carretera general

Es octubre, es viernes, son las 15:30 de la tarde, hace calor y el cuerpo me pide algo de movimiento. La mayoría de nosotros realizamos unos trabajos muy sedentarios, por lo que necesitamos de salidas como la de esta tarde para desconectar un poco, entrar en contacto con la naturaleza y desentumecer los músculos.

ÁLBUM DE FOTOS

EL ACCIDENTE

Gasco y yo habíamos quedado en salir a las 15:30, pero unas últimas llamadas del trabajo me retrasan y nos vemos en la carretera del Grao. Gasco es un amigo de toda la vida, y cuando digo amigo me refiero al tipo de amigo de los que se pueden contar con los dedos de una mano, y seguramente te quede alguno libre. Cuando le veo montado sobre su bici no puedo evitar que mi mente viaje 20 años atrás, si 20 años, cuando Gasco y yo recorríamos L’Axiamo, en nuestras bicicletas de cross, “motoretas” heredadas del hermano mayor o regaladas por algún banco. Uff¡, que tardes eternas de verano, con la solana de las 3 de la tarde desoyendo las palabras de nuestras madres y vagabundeando por el "terme" de Burriana.



En fin, cuando llego a su altura nos ponemos a pedalear juntos, concretamos que subiremos el Desierto de las Palmas. Decidimos que iremos por la carretera nacional debido a que la carretera de Almazora de encuentra en obras.

El trayecto por la carretera nacional es bastante desagradable, la cuneta está muy sucia y cada incorporación que debemos superar es un autentico peligro. Gasco y yo hablamos de lo peligroso de la situación y comentamos que bajaremos por Benicasim, Grao de Castellón y San Gregori. Continuamos circulando por la CN-340 unas veces en paralelo y otras en fila.









Cuando estamos llegando a la salida hacia la ermita de la Madalena para empezar a subir el desierto nos encontramos en el arcén con parte de una correa de las que se utilizan para cerrar los toldos de los camiones, la correa esta unida a un gancho. La correa es del mismo color que el asfalto y no la vemos hasta que estamos encima, a mi me da tiempo a esquivarla, pero mientras empiezo a decir la palabra cuidado, escucho el sonido de cuando pisas algo metálico, pensé que Gasco habría pisado el gancho sin ninguna consecuencia más, pero en menos de un segundo escucho una queja de Gasco, me giro y me lo encuentro en el suelo. Inmediatamente observo que no ha sido una caída normal, la postura es extraña. Bajo de la bici me acerco hacia Gasco y me comenta que se le ha enganchado la correa a la rueda y la bici se ha partido. Al llegar a su altura observo que la horquilla de carbono se ha partido literalmente. Nunca había visto nada igual. A Gasco le duelen ambas manos, la derecha la tiene bastante hinchada, estamos en mitad de la carretera general en una zona terraplenada, con doble bionda a la derecha y pasándonos camiones a menos de 1 metro de distancia. Pasamos como pudimos al otro lado de las biondas, y decidí llamar a José, un buen Ingeniero de Obras Públicas y mejor persona, que conoce mejor que nadie la CN-340 en 10 minutos llego al lugar del accidente y llevó a Gasco hasta Burriana. En nombre de todo el Grupo DANDOLO TODO te damos las gracias, José Galvez Quilez.













En el coche de José sólo caben la bici partida en dos, y una persona por lo que tengo que volver a casa pedaleando. Y viendo que me encontraba a los pies del Desierto me decido a subirlo, poco que decir de esta subida, debido al mal royo que llevaba en el cuerpo por el percance sufrido.

Adjuntos una serie de fotos que ilustran la subida.