BTT AZUÉBAR ALMEDÍJAR LA IBOLA AZUÉBAR DICIEMBRE 2009

Hola amigos, a ver si nos sale una crónica sucinta y no nos vamos por las ramas. Ayer tuve una jornada en solitario y de aventura, de esas que pueden acabar bien y satisfecho o con helicóptero y la guardia civil buscándote. Afortunadamente termino bien, pero se dieron los elementos necesarios para llamar al 112 y hacer un bochorno en la montaña necesitando la ayuda de voluntarios para la búsqueda.

ÁLBUM DE FOTOS

LA RUTA

Elegí esta ruta gracias a wikiloc y su autor que la colgó en Internet, aquí están los datos:

• Actividad: mountain bike
• cerca de Azuébar, Comunidad Valenciana (España)
• Distancia recorrida: 34,36 kilómetros
• Altitud min: 278 metros, max: 923 metros
• Desnivel acum. subiendo: 1.167 metros, bajando: 1.168 metros
• Grado de dificultad: Difícil
• Tiempo: 3 horas 58 minutos
• Finaliza en el punto de partida (circular): Sí
• Coordenadas: 1464
• © Shuar Todos los derechos reservados

Llegué a Azuébar sobre las 9 de la mañana y aparqué junto al bar la Glorieta, en la misma travesía, creo que es el único bar del municipio. Llevaba la ruta bien estudiada del Google Earth y además un pequeño croquis con las bifurcaciones más importantes, oh GPS cuándo caerás en nuestras manos! La temperatura era gélida, y en las zonas de sombra la humedad lo invadía todo.

Salí de Azuébar dirección Marianet, en la misma placa del pueblo hay un desvío a la izquierda. Cruzas la rambla y durante unos 3 km sigues una pista asfaltada con ligeras subidas. Luego hay un desvío señalizado con peneles de madera. A la izquierda empieza la tierra e indica Almedíjar, a la derecha sigue la pista asfaltada. Mi ruta iba por la izquierda en busca de Almedíjar. La vuelta sería por el otro lado. Desde este desvío hasta Almedíjar contabilicé unos hermosos 4 km de tierra y tramos durísimos de pista hormigonada. Discurres por unos campos repletos de alcornoques y se respira paz y tranquilidad. Esta ruta era a priori tan tranquila y apartada que ni siquiera cogí música para el trayecto. Nada mejor que los sonidos de la naturaleza. Superado el primer puertecito del día, muy breve, llegas a un collado con una magnífica vista de Almedíjar. Hay una bajada breve y empinada que pone a prueba los mejores frenos hidráulicos. Llegue justo a la entrada a la fuente del pueblo, donde empieza la subida a Almedíjar por asfalto. Crucé el pueblo dirección Castellnovo y tomé a la derecha la primera calle del pueblo. Cuando termina la calle empieza la pista y empieza el infierno.

Bueno aquí empieza lo más duro de la ruta. Desde el km 7 en Almedíjar hasta el km 15, donde está la masía llamada Racó de Faustino es un no parar de subir. Hay que decir que una vez superada la montaña con antenas, el perfil se suaviza, pero los primeros km son una combinación de pistas de tierras con paredes hormigonadas donde se supera el 15 % con mucha facilidad y en muchos tramos. Aquí sudé como un borrego con mi chaqueta de invierno que no transpira una puta mierda. Es el sitio ideal para dejar clavado a tu más mortal enemigo…

Superado este durísimo puerto y antes de llegar al racó de Faustino, disfruté de tramos menos agresivos y ya cubiertos por la arboleda de alcornoques. El paisaje es espectacular. Cuando llegas a la vieja casa de Faustino hay unas vistas de Penyagolosa en la lejanía admirables. Después viene la primera bajada del día con cierta entidad, la verdad es que la disfruté mucho pues hasta ese momento no hacía más que subir como un condenado. Tampoco me pude regalar mucho, creo que no llegó a dos km, pero me sirvieron para aligerar las cargadas piernas. Aquí llega el siguiente puerto del día, otros 2 ó 3 km ascendentes que te llevan justo hasta la base del pic Espadá, con unas magníficas vistas del mismo. Al inicio de esta subida hay un desvío en la pista que te lleva justo a la cima de la Nevera, como desconocía el resto de la ruta, no me aventuré por ese camino. Justo llegando a la cima de este puerto hay un camino que lleva hasta la cima del rey de la Serra Espadà. Lamentablemente casi coronando la pista desemboca en un pedregal de rodeno imposible de ciclar con la máquina. Sería fantástico poder llegar a la cima con la bici, del otro lado las vistas hacia el norte deben ser sobrecogedoras.

Desde este collado la cima de la Ibola. Me estaba animando al ver que no me perdía y se iba cumpliendo la ruta programada desde el hogar. Aquí vino la segunda bajada del día con cierta entidad, unos 3 km que disfruté intensamente. Casi llegando a la cima de la Ibola hay unos 700 metros de subida infernal hasta coronar. Llegué a la Ibola bastante muerto. Me comí una barrita para reponer fuerzas…la cogí de mi bolsa trasera, que le dejé abierta como un tonto…perdí una cámara, las palancas, y un acople para las bombonas CO2…me jodío bastante lo del acople, porque son bastante caros. Una cosa estaba clara, aún estaba lejos del coche y ya no tenía recambio por si pinchaba…no hay nada como meter dramatismo a una aventura de fin incierto.

Bajé unos 4,5 del puerto de Almedíjar por asfalto lanzado como alma que lleva el diablo. Hay un desvío que sube hacia la izquierda hacia una zona llamada bosque de la mosquera, fue la última subida del día, bastante breve. Aquí está la antigua casa de Mosquera hoy abandonada. Antes de llegar a la casa hay un desvío, seguir hacia arriba o bajar. Me decidí a subir y aparecí justo en la casa Mosquera. La pista seguía hacía adelante. Empecé a ciclar por un camino cada vez más roto y más empinado hasta que con sorpresa el camino se terminó. Me quedé bastante loco y giré. Al poco vi una senda a la izquierda que subía hacia la montaña. Era senda de ir a pie y con follaje bastante denso…con mi trek al hombro estuve lo menos 15’ subiendo y rezando para que este tramo fuera breve.

Cuando no podía más abandoné la bicicleta y seguí subiendo otra media hora a pie. La cosa se ponía bastante fea, pues no había ni cobertura ni rastro de pista alguna…al final se impuso la lógica, me vi loco vestido de ciclista subiendo por una senda a pie y con nula orientación. Decidí regresar a buscar mi bicicleta y desandar el camino realizado. Cogí la trek al hombro y regresamos a la pista. Volví al la casa de Mosquera y encontré la bifurcación maldita que vaya pateo me hizo dar. Este era el camino correcto, empecé un rápido descenso de varios km que parecía iba camino de Azuébar, cuando acabó la tierra empezó el asfalto y siempre cuesta abajo. Con alivio pasé por el desvío que vi por la mañana en la ida. Estaba en buen camino. Unos pocos km más y llegué a Azuébar.

Como no, me fui al único bar la Glorieta a reponer fuerzas. El propietario me comentó cosas de rutas de por allí. Le expliqué cómo me perdí y luego encontré el camino. Me contó que la semana pasada un ciclista fue a hacer la misma etapa pero por la tarde. Se perdió en el mismo sitio que yo, pero ese estaba más loco que yo. Empezó a subir por la senda como un poseso. Cuando no pudo más, abandonó la bicicleta y siguió tercamente hacia delante, ya de noche. Llegó al monte, se salió de todo camino trazado. Afortunadamente tenía movistar con cobertura y pudo llamar. Lo encontró la guardia civil a las 3 de la mañana tapado con unas ramas y con cara de haberse encomendado a todos los santos…menos mal que este diciembre no es de los más fríos…

Bueno, alegrémonos de incluir una nueva ruta a nuestras futuras salidas y de que no haya muerto nadie en el intento

LOS NÚMEROS DE LA RUTA:

• 38.57 Km.
• 13.3937 Km/h de media.
• 49.1 km/h de máxima.
• 2 h 52' y 47".

VÍDEOS MUY LOCOS