BTT PUÇOL-RACÓ DE GAUSA-MOLA SEGART-GILET 08-01-2012

La Mola de Segart, Motibiker y mi sombra. Los elementos necesarios para disfrutar de una magnífica jornada dominical.

Hacía ya tiempo el bueno de Motibiker y servidor teníamos ganas de incarle el diente a una magnífica ruta btt que explora la zona de la Calderona sureste. Así que, siguiendo la huella de Mviana, nos embarcamos en el track que visita lugares como el Racó de Gausa, el monasterio del Santo Espíritu, la Mola de Segart y 3 sendas sencillas y bonitas al tránsito. Más información en el blog de Mviana, bttrackmania.

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• ÁLBUM DE FOTOS TRASERAS
• TRACK CONNECT
• TRACK WIKILOC

Salida desde el polideportivo de Puzol dirección autovía A7. Tomamos un camino paralelo a la A7 dirección Sagunto. Ascensión al Racó de Gausa pasando por las torres de alta tensión. Descenso por pista hasta la urbanización del Santo Espíritu. Ascensión buscando la Mola de Segart siguiendo el curso del barranco Santo Espíritu y el Xocainet. Rodeamos la Mola de Segart buscando la senda del lado norte. Pista hasta encontrar la senda que desciende hacia Gilet. Regreso a la urbanización del Santo Espíritu, pasando por su Monasterio franciscano. Subida al Coll de la Calderona. Descenso a la urbanización de los Monasterios por senda y regreso al punto inicial del track.

Quedamos puntualmente antes de las 8 el polideportivo Puçol. Mientras estaba sacando la máquina del vehículo, apareció Motibiker, con ganas de trotar, que venía de Valencia subido en el tren de cercanías. Mucho frío en los primeros compases de la ruta y oscuridad hasta llegar a las primeras rampas de la etapa.


Iniciamos la ascensión al Racó de Gausa, entre sus campos de naranjos posicionados en bancales. Al llegar a la subestación eléctrica, dejamos el hormigón y entramos en la pista, para regocijo mutuo. Los rayos de sol todavía eran muy rojos y horizontales, pero el frío había pasado y ya nos sobraban los guantes de invierno. Camino de la urbanización Santo Espíritu, nos encontramos de cara y por detrás numerosos bikers del área de Puçol.


Después de un rápido y frío descenso a la urbanización, empezamos la subida más dura de la jornada siguiendo el curso del Xocainet. Aquí encontramos durísimas rampas hormigonadas con pendientes superiores al 20% que superamos con bastante solvencia, eso sí, vigilando las pulsaciones para no reventar la caldera. Nuestro objetivo, alcanzar la Mola de Segart, que cada vez teníamos más cercana. Tras una parada a deleitarnos y hacer unas buenas fotos de la cara suroeste de la Mola, empezamos a rodear la montaña en busca de la senda de la cara norte, que encontramos con mucha facilidad.

La senda que rodea la Mola empieza en ascenso una vez que termina la pista. Una subida corta superable con un poco de pericia y empuje. La segunda parte de la senda es en descenso bastante suave y poco rocoso dejando a espaldas un fondo impresionante, la cara noreste de la Mola. Una senda muy bonita y de amable tránsito, vayas a pie o en bicicleta. Al salir del sendero y con unas magníficas vistas de Segart y el Garbí, nos tomamos nuestro rápido almuerzo. Fruta para Motibiker, grandísimo bocata para mí, es lo que tiene estar creciendo.

Pisteamos muy mansamente dirección este hasta que sin darnos cuenta, estábamos en el inicio de la siguiente senda, la que desciende a Gilet. Otra senda muy sencilla, con unas vistas magníficas de Gilet y de las urbanizaciones y repleta en sus laterales de vegetación a base de cactus, como el que puede encontrase en las laderas del Castillo de Sagunto. La senda termina en una pista pedregosa que desciende en zig-zag a Gilet. Es la zeta que puede verse perfectamente desde la autovía. Al llegar a la civilación y con las ¾ partes de la ruta completadas, nos entraron ganas de parar en alguna soleada terraza a darlo todo con la birra, combustible principal de todo buen ciclista, sólo comparable en poder al que te da el carajillo bien ejecutado. El pensamiento fue fugaz y pudimos esquivarlo.

Retomamos nuestra ruta dirigiendo las monturas nuevamente hacia la urbanización del Santo Espíritu. En esta ocasión no repetimos con el Xocainet, sino que nos encaminamos hacia el monasterio Franciscano, en el que paramos a hacer algunas fotos de sus muros exteriores. Casi todo el desnivel de la ruta estaba salvado, sólo restaba un ligero ascenso hasta el Coll de la Calderona. Íbamos bien de tiempo cuando llegamos a la última senda de la jornada, la que desciende a la urbanización de los Monasterios.

Una senda muy bonita y ciclable, que te deja con ganas de que tuviera 2 o 3 kms en lugar de sólo 600 metros. Poco que contar nos queda ya, pues antes de las 11:30 ya estábamos de regreso en el Polideportivo de Puzol. Una ruta magnífica, que he puntuado como moderada en wikiloc, pues se queda a las puertas de los 900 metros acumulados, con una sendas muy bonitas y poco técnicas, que harán las delicias de cualquier aficionado a la bicicleta de montaña. Ahora sólo queda esperar con paciencia hasta que el destino me brinde una nueva ocasión para salir con el gran Motibiker a explorar nuevas rutas. Espero poder seguir en breve algún nuevo track de Mviana, con su compañía a ser posible. Dadlo todo antes de que sea demasiado tarde.