Los Franch, a 600 metros de altitud en el mirador del Garbí, tras coronar el puerto de la Frontera.
En esta segunda salida del año 2012 tenemos una durísima etapa de carretera en la zona de Estivella. Los Franch acudieron a la provincia de Valencia a explorar dos colosos de montaña difíciles de igualar en cuanto a rampas, los puertos de Segart y la Frontera. Gran experiencia, grandes pendientes y como no, detalladas altimetrías.
Salida desde Estivella a la altura del cuartel de la Guardia Civil. Primer puerto de montaña, subida a Segart. Antes de llegar al municipio que da nombre a la subida, desvío a la izquierda por el camino que lleva a la urbanización El Murtal. Enlace con la carretera anterior a la salida de Segart. Continúa la ascensión pasando por la urbanización de la Mallada. Llegados al desvío Serra-Garbí, giro a la izquierda para a los pocos metros coronar el primer puerto de la jornada. Descenso dirección Serra pasando cerca de Barraix. Llegados al cruce de la carretera CV-310, giro a la derecha y empezamos a descender el Oronet dirección Torres-Torres. De Torres-Torres, regreso a Estivella, para acometer el segundo puerto de la etapa, la Frontera. Al coronar el segundo coloso, visita al mirador rocoso del Garbí. Bajada a Estivella por Segart.
Nada más salir de Estivella y con las piernas frías, encaramos el puerto de Segart de 9,26 kms de longitud.
FICHA DEL GARBÍ POR SEGART
Los primeros 4 kms, hasta el desvío a El Murtal, fueron suaves y con un asfalto magnífico, los marrones vendrían un poco más adelante.
Los 3,5 kms centrales de la subida son de auténtica locura. Se alternan paredes verticales superiores al 20% con tramos de descanso al 9-10%. Acudí a esta etapa prevenido de las pendientes. Con mi escueto desarrollo de 25 dientes en la bicicleta de carretera sólo hubiera conseguido despertar la lesión de rodilla que lleva adormecida un par de años. Afortunadamente fui con la bici de montaña para poder ascender tan salvajes pendientes. El gran Paco acudió con su bicicleta de carretera, a la que le hizo algunas transformaciones mecánicas para superar con gran solvencia las rampas de Segart.
La parte final de la ascensión, pasada la urbanización de la Mallada, fue un paseo y un alivio para nuestras castigadas piernas.
Después de coronar descendimos dirección Serra hasta llegar a la cima del puerto del Oronet, donde aprovechamos para tirarnos un par de barritas al coleto. Descendimos mansamente el Oronet y tomamos el camino de Torres-Torres, encontrando muchos ciclistas en sentido contrario al nuestro.
De nuevo en Estivella, tomamos el camino de Beselga, por el tunel que pasa por debajo de la vía del tren. Es el punto que marca el inicio de ascensión al segundo coloso de la jornada, el puerto de la Frontera. Los primeros 2 kms al 7% de media, son una buena introducción para lo que viene después.
Los 3,5 kms centrales de la subida son de auténtica locura. Se alternan paredes verticales superiores al 20% con tramos de descanso al 9-10%. Acudí a esta etapa prevenido de las pendientes. Con mi escueto desarrollo de 25 dientes en la bicicleta de carretera sólo hubiera conseguido despertar la lesión de rodilla que lleva adormecida un par de años. Afortunadamente fui con la bici de montaña para poder ascender tan salvajes pendientes. El gran Paco acudió con su bicicleta de carretera, a la que le hizo algunas transformaciones mecánicas para superar con gran solvencia las rampas de Segart.
La parte final de la ascensión, pasada la urbanización de la Mallada, fue un paseo y un alivio para nuestras castigadas piernas.
Después de coronar descendimos dirección Serra hasta llegar a la cima del puerto del Oronet, donde aprovechamos para tirarnos un par de barritas al coleto. Descendimos mansamente el Oronet y tomamos el camino de Torres-Torres, encontrando muchos ciclistas en sentido contrario al nuestro.
De nuevo en Estivella, tomamos el camino de Beselga, por el tunel que pasa por debajo de la vía del tren. Es el punto que marca el inicio de ascensión al segundo coloso de la jornada, el puerto de la Frontera. Los primeros 2 kms al 7% de media, son una buena introducción para lo que viene después.
FICHA DEL GARBÍ POR ESTIVELLA
Los 3.45 kms finales de la frontera. Esta parte final destaca por sus rampas fuertes continuadas y la ausencia de árboles y descansos. Nada más hay que ver el perfil y observar que casi todos los tramos están en rojo, con una pendiente media que casi llega al 10% y con algunos tramos al 16-17%. Es más corto que Segart, pero según el coeficiente APM, de la web altimetrías, es más duro. Sale un coeficiente de 142 para la frontera y 132 para Segart.
Después de la Frontera, nos deleitamos con una visita al mirador del Garbí. Desde donde acaba el asfalto hay unos 300 metros por pista de rodeno, más adecuados a la bicicleta de montaña. Los últimos 100 metros hasta alcanzar el “mirador”, hay que hacerlos a pie por encima de grandes bloques de rodeno. Realmente no es un mirador habilitado, y es algo peligroso asomarse, pero las vistas valen la pena. Desde donde acaba el asfalto, sale una pista más larga que conduce al otro mirador del Garbí, el cual si que está acondicionado para visitas. Lo dejamos para otra ocasión.
Sólo nos quedaba un rápido descenso a Segart por el mismo trazado que subimos un par de horas antes. Pudimos maravillarnos de las brutales pendientes que habíamos subido anteriormente, como la pared antes de San Bruno al 24%. La única variación en el descenso fue que cruzamos Segart, en lugar de coger el desvío hacia el Murtal. Llegados a Estivella, una magnífica comida nos esperaba en el rte. els Pins para reponer las energías gastadas.
Una etapa muy dura pero que ofrece unas vistas maravillosas de la Sierra Calderona en la zona de Estivella. Se aconseja llevar desarrollos adecuados para no mortificar excesivamente las piernas. Pero si estás a tope y eres de la “élite”, seguro que te puedes merendar los dos colosos con un 39x23 dándolo todo.
CRÓNICA LOS COLOSOS DE ESTIVELLA REPARADA. ahora luce como merece
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