UN HASTA LUEGO

Pablo en el bar de Aín

Saludos, amigos de Dándolo Todo, el martes día 3 me embarqué en la última etapa del periplo navideño, y tuve la suerte de no hacerla solo, ya que el gran Casero decidió acompañarme en mis últimas pedaladas de este caluroso invierno.

La etapa fue con bici de carretera, decidimos subir hacia Eslida aunque finalmente acabamos en Aín... con los pequeños y habituales retrasos de DT partimos con ritmo sosegado por los siempre soleados caminos rurales, no hay prisa y Casero anda jodido del etapón de coll de barres apenas 17 horas antes... subimos el collado con alguna dificultad y llegamos a Artana, no vemos ni a Zeus ni a Atreyu pero nos detenemos para que Casero llene el botellín, ha salido sin agua, ya sabéis cómo es, vive al límite...

Ya camino de Eslida nos regocijamos en la típica ombría hasta que llegamos al pueblo, a Casero no le hacía mucha gracia seguir pero le convenzo para llegar hasta Aín, no hay nada como vivir fuera del país para que te hagan algo de caso... comenzamos la ascensión, en esta parte me encuentro bastante mejor que en collado, maldito motor diésel que tengo... aquí la paz y el sosiego es ya máximo, nos arrepentimos de no estar viviendo en un lugar tan privilegiado y envidiamos a todos los lugareños,,, dos coches nos adelantan, uno nos pita, luego descubriríamos que fue el descortés de Nadal que no se detuvo...

Las campanadas de las 11 nos dan la bienvenida a Aín, en el bar dos ancianos filosofan sobre todo lo importante de la vida... en 10 minutos desgranan temas tales como el azulejo, la naranja, la prostitución callejera o la homosexualidad... me hubiera quedado semanas enteras escuchándolos, esa sabiduría popular y esos hablares viejunos no son comunes en el Norte de Escocia, pero hay que tirar hacia abajo, sin prisa, pero hay cosas que hacer.



Bajamos deleitándonos con los paisajes y ya pienso en que no voy a sentir estas sensaciones en varios meses, lo que me entristece... paramos a mear en plena naturaleza, ya hace calor... finalmente enfilamos los mismos caminos rurales y nos plantamos en Burriana rápidamente, siempre es aconsejable evitar la pestosa carretera de Betxí

y nada amigos, Dándolo Todo no para, aunque ahora me tocará seguirlo desde la lejanía... un fuerte abrazo a todos y nunca, nunca dejéis de leernos...