Lo importante es no dejarlo 04-05-2013

Con esta lapidaria frase que le espetó Motibiker a Cachón el día del Bike&Blog Day abrimos el relato de lo acontecido el pasado sábado a eso de las 10:40 de la mañana.

Era uno de esos días en que no tienes prisa ni por madrugar máxime cuando Marco Antonio todavía tenía que pasar a recoger su montura por nuevos problemas con el mando remoto de la suspensión, y es que el confort tiene su precio…

Las teóricas 9 como hora de partida se demoraron casi dos horas por el aluvión de bikers deseosos de recoger sus bicis al mismo tiempo que nuestro compañero, pero como decíamos antes: no había prisa.

TRACK GARMIN CONNECT




Nadie nos esperaba para arrojar el arroz en la paella ni para dejarnos sin el fetget, sin eventos sociales de excepcional relevancia que no pudieran resolverse sin nuestra presencia… en definitiva, toda la mañana y la sobremesa por delante.

Aún acostumbradas mis piernas al ritmo non-stop de la Maratón de los Monegros, sometí a Cachón a un severo castigo en el llano hacia Betxí que se prolongó hasta Onda, donde buscamos estrechos senderos que nos llevaran hacia Mordor (¿o era Artesa?) un poco de carretera hasta Sueras y posteriormente al manantial de Castro… donde las cosas empezaron a torcerse… aunque no demasiado, no vayan a precuparse.

La tos de Cachón empezó derivóse hacia principios de un serio resfriado, y es que a pesar del sol imperante en la llanura, la sombría montaña no entiende de calores prematuros e incluso tuve que recurrir a la térmica para no enfriarme en las bajadas. Como dice el dicho "hasta el 40 de mayo, caguerà que xafes".

La tos galopante de Marco nos hizo desistir de subir al Mas de la Campana, así como de bajar por el bonito singletrack que lleva desde la fuente hasta la entrada de Sueras, pues está prohibido el tránsito de bicis (advertidos estáis, pues no hay indicación alguna). A la llegada a Sueras rompimos la ruta marcada por el GPS ya que el que escribe estas líneas conoce algunos caminos rurales donde puedes bajar a un ritmo trepidante ahorrándote el tedioso asfalto, y de ahí nos dispusimos a buscar la Fuente del Montí para acabar en la senda de Los Pepes.

Para Cachón mejor hubiera sido subir a La Campana, pues lo que nos vino después fue tan largo o más…

Un ascenso a ritmo enfermizo (por lo del resfriado) hasta el Montí y allí recuperamos fuerzas y líquidos en la fuente conversando con dos post-adolescentes que llenaban porros de agua y se fumaban unas garrafas. Nota del Autor: No encontramos la senda que va paralela al camino!!… pero ahora ya sabemos donde está para próximas ocasiones.


Ascendimos un poco más y empezamos a bajar por caminos que cada vez se estrechaban más y más hasta convertirse en divertidos senderos, nos equivocamos un par de veces llevados por la inercia y volvimos atrás tantas otras tantas hasta llegar a Artesa y buscar el camino de regreso allí por donde habíamos venido. Bosque cerrado mediterráneo con pocos puntos no ciclables… una gozada para los sentidos.


A pesar de regresar al punto de partida (La Vilavella) a las 15:35 aún tuvimos tiempo de degustar una birra y un refesco de cola light… merecidas ambas dos, pues el único sustento fueron plátanos (cada uno el suyo) y barritas… casi 5 horas de mtb puro y duro non-stop, sin almuerzo, sin carajillos, sin repitos… ¿quién dijo que hay que madrugar para ir en bici?.

Por supuesto que habrá más almuerzos y carajillos, pero días como este son los que curten a nuestras piernas y a nuestro cerebro para enfrentarnos a retos épicos… de estos también habrá más, muchos más. Es el alma de este deporte.

En resúmen: 61 km. de asfalto para entrar en calor, caminos rurales y trialeras, ritmo y técnica, playa y montaña, blanco y negro, Sabrina y Samantha Fox… ¿hace falta decir algo más?

Ah, y recordad: Lo importante, es no dejarlo.