- "Oye, yo me he apuntado a la MIM"-Así, con ganas de darlo todo cuando acumulábamos muchas horas de trabajo, decidí, engañado cual bellaco por dos compañeros de curro entre los que está el TDM Fran, apuntarme a la Marató i Mitja.
-"¿y?"-
-"Pues eso, que te podrías apuntar tú también y la haremos así en grupete, si entrenamos seguro que podemos acabarla"-
-"Son muchos kilómetros, joder"-
-"Bah tú tranquilo, a nuestro ritmo"-
Horas después se habían esfumado las 1.500 inscripciones… aún no sabía donde me había metido.
Esta es la historia con título usurpado a una novela de Jules Verne de forma vergonzante y aun sin concluir sobre el día que aparqué mi inseparable bicicleta y eché pies a tierra. Ya veremos como acaba la cosa, pero esa será otra crónica ;)
¡¡Heavy Metalllllll!!
¿Cuántas carreras de montaña había corrido hasta ese día el humilde escritor de estas líneas?
NINGUNA…
La tontería empezó con una 10K este verano, después vino otra, y otra, y otra…
Tengo la nada despreciable marca de 47 minutos en esa distancia, lo que no está mal para haber entrenado tan poco hasta entonces. Pero ahora ha llegado el coco, la montaña ¿podré trotar con tanta facilidad como pedaleo?
LA TRANSICIÓN
"Lo bueno del running es que no me duele el culo"No hace ni 4 días que acabo de afrontar mi segunda carrera por montaña, empezando con la destructora y pedregosa carrera Tales, de perfil abrupto y siguiendo con la menos agresiva pero más larga Marxa de Borriol, sumando con esta última la mayor cantidad de km. que he hecho trotando cual corcel jerezano: 25. Pero más importante que los kilímetros lo es el desnivel, 1.000 en la primera y 1.200 en la segunda.
-Askerrit, 16-03-14-
Digamos que ya puedo bajar escaleras sin parecer una persona de 127 años, pero el nivel de destrucción física es superior al de la bicicleta, cosa que ya suponía.
¿Dejo con ello la práctica del BTT?
Eso quisierais algunos, bandidos y villanos, volveré a regar los almuerzos con comentarios ácidos y a veces ofensivos, a ser un cagueta en las trialeras y a maldeciros los días que hagamos menos de 60 km. Esto un reto como lo fue Monegros el año pasado, pero sin la bici.¿Y todo el fondo que he adquirido con la Mountain Bike sirve para esto?
Por supuesto.Marchas de varios días con BTT como Els Ports o 3 Regnes nos han puesto contra las cuerdas. Todo ese fondo ganado y savoir-patir te da la mitad de lo que necesitas para correr cual gamo. El haber estado rozando el límite del señor del mazo (A.K.A. "pájara") en tantas ocasiones nos ayuda a ser unos principiantes con más tablas que menos… pero principianes, al fín y al cabo, ojo.
Hemos aprendido a sufrir sentados en nuestros sillones de 24x7 cm., apretamos como el que más y sentimos dolores extremos y ahora, desprovistos de nuestra montura, estamos mucho más expuestos. Las articulaciones, los contínuos golpes, saltos, acelerones, paradas… es donde mayores diferencias he notado.
Después de 80 km. sobre la bici soy perfectamente capaz de afrontar rampas del 20%… pero corriendo cambian las tornas, a veces un 5% se hace muy cuesta arriba (nunca mejor dicho). Cualquier carrera de Trail Running es una rompedora de piernas en potencia. Hay que administrar las fuerzas porqué dar más de lo que debes puede terminar con una retirada prematura de la carrera.
Trialeras sin suspensiones…
No sé cual es el recorrido de mis rodillas, pero seguro que no llega a los 110 mm. de mi bici… y no digamos tobillos, los pies…Cambiamos el culo atrás por los talones a 90º para afrontar con más seguridad los desniveles, trazar curvas ya sabemos, aunque los más "pros" no trazan en absoluto y avanzan brincando como si sus cartílagos fueran eternos… nunca llegaré a esos extremos, pero mejoraré, no os quepa duda.
Los brazos juegan un papel fundamental para mover el centro de gravedad tanto en bajadas como en subidas, no es raro que te duela la espalda (sobre todo lumbares) después de una carrera, pues sufre en todos los terrenos.
Donde no puedo y se me resiste es en las bajadas de hormigón o pista con mucha pendiente… donde mejor voy con bici peor voy corriendo, paradojas de la vida.
Las subidas:
Esos sprints que hacemos con los platos medianos pasan a mejor vida cuando pisas el terruño con tus pezuñas mejor o peor provistas. Administrar fuerzas es clave, y muchas veces andas en lugar de correr, manos en muslos ayudando a subir y utilizando también los anteriormente mentados brazos. Como dicen "allá donde fueres, haz lo que vieres".NOTA:
Hay gente que corre descalza en asfalto y con sandalias en montaña… se les llama "minimalistas". Viene a ser en nuestro mundo ruedil como los que bajan trialeras con bicis totalmente rígidas de acero o titanio.
El llano:
Para mi, el llano entre un mar de repechos y terrenos abruptos es, simplemente, algo sumamente pornográfico, orgásmico, un placer… zona de recuperación o de aceleración, dependiendo de tus objetivos.Dolor:
Llamémosle "gestión del sufrimiento" y este no es escaso…Madre mía, para haceros una idea del dolor de cuadríceps: imaginad una bajada trialera no muy técnica, de esas en las que no te puedes sentar sobre el sillín y usas las piernas para nivelar la bicicleta, tirando culo atrás… pues bueno… imaginad que tiene una tirada de unos 30 km. sin parar. El dolor es bárbaro si no estás acostumbrado, y los gemelos… oh los gemelos, los odio…
Ese par de músculos se me subieron por completo a partir del km. 10 en Tales y en el 17 en Borriol. Espero que en Penyagolosa se suban en el 60.En cambio, cuando terminas y te relajas, los gemelos vuelven a su sitio, estás agotado, te acuestas para dormir una reparadora siesta habiendo dado buena cuenta de la comida. De esa siesta te cuesta mucho, es más, no puedes levantarte… la traición de los gemelos ha contagiado a los Cuádriceps, tu cuerpo te odia y te lo manifiesta así de esa manera tan entrañable.
Ya visitarás al fisio unos días más tarde y sabrás lo que son las lágrimas.
El entrenamiento:
La bici es más agradecida. Cuando llevas una decena de años acostumbrado a hacer etapas de más de 60 km. de domingo a domingo el cuerpo se acuerda de cómo tiene que sufrir, pero eso es algo que no nos podemos permitir corriendo.El cuerpo necesita que le recuerdes más a menudo que hay que correr, es más perezoso cuando se trata de ir a pié y debes ir cada dos o tres días o no progresas, como en todas las cosas.
Por supuesto, si sobre la BTT queremos hacer marchas también debemos salir tantos o más días, pero esa será otra historia. El rodillo o las salidas deben ser largas y estamos muy limitados por las horas de luz, mientras que la logística del running es más llevadera, te sirve cualquier polígono iluminado por farolas, hay menor peligro de caidas…
¿Son compatibles el BTT y el Trail Running?
Por asi decirlo: Son primos, aunque no hermanos. Ambos conllevan cambios de ritmo, contacto con la naturaleza, habilidad técnica, planteamiento grupal, sufrimiento individual y precio del material por las nubes… no cambia tanto :). En cierto aspecto se complementan.¿Cómo lo explicaría? El Mountain Bike no castiga tanto las articulaciones, incluso hacer una salida con la bici va bien para la recuperación. Te otorga fondo, te enseña a bajar con prudencia y a acabar con almuerzos pantagruélicos de forma brutal. El Trailrunning no corresponde tanto ese amor, pero en cambio nos regala a muchos nuevos bikers con ganas de probar las mieles del rally que han dejado de correr por problemas en rodillas.
Las consecuencias
Para entrar en casa hay que evitar las tres monturas, ya que el manillar de la 29 es como es, ancho cual pasillo de casa setentera. El lugar antes destinado al calzado de la bici está ahora acompañado por el calzado de asfalto y el de montaña (de los ambos residentes, imaginen).Nuestro armario antes tendía al oscuro casi negro, camisetas de grupos de rock, festivales, ya sabéis… ahora en cambio se ha tornado muy colorido. Camisetas técnicas de colores chillones, recuerdos de unas cuantas 10K, con mangas, sin ellas, largas, mallas, coulottes. Por ahora compartimos un deporte, el día que decida comprarse una bici tendremos que comprar también otra casa.
¿Qué hay después de la MIM?
Monegros, Els Ports, 3 Regnes… el año pasado estuvo repleto de retos y este año nos planteamos nuevos con cambio de deporte por enmedio ¿dónde está el límite?.
Hay que saber disfrutar de los grandes retos y también de las salidas rutinarias, de las aventuras no tan espectaculares y de salir como mera excusa para zamparte un bocata y beberte un carajillo en buena compañía. Todo cuenta y (desgraciadamente) no nos podemos pasar el año viajando para hacer rutas de varios días o corriendo marchas con desniveles muy brutos.
En lo que a mi respecta bajaré el nivel después de la Marató i Mitja, ni soy un profesional ni mis obligaciones laborales me dejan tanto tiempo libre. Si encima eres un asiduo a festivales de música por todo el orbe debes saber compaginar deporte y farra.
Eso sí, tengo claro que el siguiente objetivo a cumplir será sobre una bicicleta.
No podría terminar este post sin los agradecimientos: a Yoko Ana su paciencia y ser una buena (pata) liebre, a Fran (cabrón) por haberme introducido el gusanillo del running, a mis amigos en general por haber dejado de asistir a algunos eventos de no menos de 12 birras, a Andrés Núñez (Andrés Núñez - Freelance Photography) por darnos ese aire épico con sus fotos y por haber cedido un par con un modelo de prestigio como protagonista para este artículo.
PS Mañana a las 7 a correr, miraré con envidia a los bikers… o no :)
Fantastico post, el trailrunning desde el punto de vista btt. Me ha gustado mucho. Magnifica redaccion!
ResponderEliminarGran crónica del amigo Hermes¡¡
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