BTT AVENTURA EN LA NEVERA Y EL PICO DE CASTRO 18-06-2015

Una aventura, sólo así podemos nombrar esta epopeya btt de la era moderna DT. 5 años después, con más barriga y menos pelo, hemos regresado a los temibles parajes de la zona de Castro, lugares muy inaccesibles de Espadán que esconden joyas como el castillo de Castro o su famosa Nevera, ahora en desuso. Y como colofón, acometimos la infernal subida final hasta el pico de Castro y sus antenas, a más de 850 mts de altitud con magníficas vistas hacia el mar y hacia el interior, donde la sierra de Espadán se pierde vista en el horizonte. Vamos con los datos de la etapa.

• EL RECORRIDO EN STRAVA
• ÁLBUM DE FOTOS

¿Cómo llegamos a la conclusión de que había que hollar el pico de Castro? No es una ruta común entre los ciclistas, y ni un lugar habitual de paso, hay que ir allí a propósito, y no es fácil llegar. El Capitán Chándal llevaba meses obsesionado con la idea de visitar la Nevera de Castro, ya conocía el Castillo, pero se perdió la Nevera. Un escocés libre entre semana, un villano autónomo y servidor que cambió un turno de trabajo...hicieron posible la aventura de Castro. Y tuvimos un distinguido invitado en la figura de Pascual Roca, fino y entrenado en estos momentos del año.



No hay mucho que contar antes de llegar a los parajes castrenses. Decir que llegamos a Artana por la zona de les Penyes Altes. Y que fuimos de Artana a Eslida por carretera. Una parada en Artana a llenar los botellines, y...llegados a la zona de la piscina de Eslida, con muy buen tino, se concluyó que antes de acometer una ascensión infernal de más de 7 kms... había que parar a rellenar la tripa y el ánimo con un buen carajillo.





Así pues, paramos en el bar la Piscina y nos hincamos el brebaje, comentando la mejor estrategia para llegar a la antena sin morir en el intento. El parón carajillero no fue del agrado de Pascual, pero tampoco exteriorizó demasiado su desazón. Aqui hay normas sagradas, no muy lógicas ni sanas, pero son las costumbres. Era ya el momento de lanzarse a ascender el primer kilómetro de la Ombría de Castro con unas buenos rampones de hasta el 15% de pendiente. Veamos un perfil de los 4 primeros kms de subida.



En los primeros compases de la subida, Capitán Chándal iba pletórico tras el fuel ingerido, Pascual subía sin interarse, se adelantaba y retrocedía en una demostración de muy buena forma física, Casero guardaba fuerzas, Haggis venía un poco cocido a causa de las altas temperaturas y Servidor...con bastante dolor de piernas. Es la parte negativa del parón prepuerto. Guardando fuerzas y haciendo algunas paradas de Velocio, ascendimos bastante bien los primeros 4 kms de la epopeya Castro.



Llegados al cruce de Xòvar, nos quedamos sin habla ante la gran pared de hormigón. 600 mts con rampas por encima del 16%. Allá por el año 2010, no había hormigón y se hacía terrible ascender por el rodeno pedregoso. Nos estábamos acercando a nuestro objetivo. Para una mejor comprensión de los accesos btt a la zona de Castro, veamos la siguiente imagen.



Nuestro itinerario fue la ruta roja y después la amarilla. Todo subida. La ruta azul es pista en descenso hacia Xòvar si vienes de Eslida. Y la ruta verde es una trialera infernal que baja a Xòvar, mucho rodeno y enduro, es bastante difícil, mejor con casco integral. El arco amarillo de la imagen, es la parte final de subida al pico de Castro, una de las ascensiones más complicadas que pueden encontrarse en Espadán.



Cuando llegas al último kilómetro y medio, y ves la rampa que se te viene encima, te quedas muerto y con flojera en las piernas.





En el último tramo de hormigón, se alcanza una pendiente del 26%, sólo es posible ascender echando el culo a la punta del sillín y el cuerpo hacia adelante para que no se levante la bicicleta. Superada esta locura, aún quedan los toboganes finales de Castro. Veamos el perfil completo de la subida desde la piscina de Eslida hasta las antenas.



Los toboganes finales son infernales, pendiente y rodeno, y hubo algunas caídas. Hay que poner toda la fuerza y equilibrio para no irse de lado.







Antes de llegar al pico de Castro y las antenas, se encuentra una trialera en descenso que da acceso a la Nevera de Castro y a la trialera del Barranco de Eslida, ahí nos esperó Haggis pacientemente mientras el resto culminábamos el ataque final a las antenas. Se hizo muy duro superar los toboganes finales, el pulsómetro registró picos de hasta 197. Con uñas y dientes, al final logramos tocar las antenas. Aunque cabe decir que la mejores fotos se obtienen desde el Pico de Castro, marcado con un hito geodésico. El Pico está antes de llegar a las antenas, que son el punto más elevado de la zona. Veamos fotos desde el pico de Castro.









Recuperamos un poco la compostura y regresamos sobre nuestros pasos. Había que visitar la Nevera de Castro.







Vemos ahora el segmento Strava que hemos creado de esta subida hasta las antenas de Castro, más de una hora subiendo

Bajamos a Eslida por el mismo camino de la subida. No hubo que buscar mucho, el bar de la piscina estaba vació y abierto, bien dispuesto para acogernos con sus buenos y económicos manjares. Fue una gran aventura, nos merecíamos un pequeño disfrute.



Capitán Chándal se comportó, no berreó ni agredió a otro ser vivo, así que se hizo merecedor de lucir las nuevas pegatinas DT. Negadas para él durante toda la etapa.





Y la bajada...ah, que buen descenso por el Collao Norte, se disfruta mucho más hacia abajo, viendo como se abre la Plana Baixa ante tus ojos, los árboles frutales verdes y el mar en el horizonte. El mejor sitio para descender desde Artana.



Nota: esta crónica estaba encargada al gran Casero, que debido a una salvaje sobrecarga de trabajos y reuniones no ha podido atender sus obligaciones grupales. A la próxima más y mejor.