7 de la mañana, suena el despertador, te levantas de la cama, eso es lo peor, te arrastras a la cocina, tus barritas ahí te esperan, el agua con magnesio y los plátanos de canarias... Podría empezar así la crónica, al son de Los Suaves y "Siempre igual"... pero es Sábado, el miedo está en el ambiente, hoy en mi "Bar Mitzvah", El Puerto de Eslida.
8 de la mañana estoy en la Brasa, origen y fin de los puerto de montaña, hay ciclistas que lo saben ya y se toman el cafe allí. Paso a por PabloM, esboza una sonrisa, hoy es su cumpleaños y sabe que ciclar es la manera adecuada de celebrarlo.
Vamos al punto de encuentro con RafaC, cruzando Alquerias, atabiado como siempre de muñequeras, rodilleras y si, también la bici. La tartana como punto de encuentro, no soy capaz de explicarlo.
Enfilamos la carretera rumbo a Artana. Para llegar al Puerto de Eslida primero hay que tratar con su secuaces, El Collado, 1,5 kilometros de subida constante, una "tachuela" en el camino. Se me ha olvidado comentar, calor, se nota que es junio, no son las 9 y ya aprieta Lorenzo. Subimos el Collado, no estoy cómodo, debería ser burocracía, pero hoy me cuesta, me noto sin fuerza. Coño!! en una de esas no cruzamos con Fabio "El Guaje", el hombre que le susurraba a Don Pelayo, salió de la nada lo juro, no paré, si paro, me bajo con Él, no está hoy el Collado para coñas. Nos adelanta una peña ciclista, uniformados con Albalat del Sorells, creo recordar, me da envída verlos subir como si fuesen hacia abajo. Solo me da tiempo a mirar al último de todos, cierra el grupo, lleva el gemelo tatuado con un motivo tribal, pero en ese gemelo perfectamente se podría tatuar el Quijote. La última curva del Collado me sobra, hoy es un día raro, que calor de mierda, espero recuperar entre Artana y Eslida o ese puerto lo van a subir Rita y Antoñita.
Lo kilometros avanzan, pasamos Artana y llegamos casi a Eslida, veo el bar la Piscina, pienso en quedarme, sigo sin estar cómodo. No decaigo quiero intentarlo, un kilometro, una curva y vamos viendo pienso, esto sería comparable a cancelar la boda el día de antes.
PabloM y RafaZ me dan instrucciones, me dejan claro que el Puerto de Eslida es un viaje interior, yo sólo con el Puerto.
Me doy un respiro antes de empezar el Puerto, relleno de agua y hago mis propias cábalas menteles, si al primer kilometro me caigo de lado, me voy a almozar, ya vendrán.
Empieza el Puerto, 5 kilometros, todos en contra, nunca a favor. El sol se deja sentir cada vez más, pienso en las etapa del Tour de julio, ellos en la bici y yo a la sombra de la terraza. Vamos a ello, el cholismo se apodera de mi, metro a metro, ni un paso atrás. El primer kilometro, bien, mejor de lo que esperaba, no es llano, pero no es una tortura, ni ese ni el siguiente. Los dos primeros kilometros del Puerto de Eslida son los cantos de sirenas que te atrapan, tu eres Ulises camino de Itaca, pero no hay mástil al que te puedan atar, vas de cabeza, aún sabiendo que te va a doler, ya no hay marcha atrás, estas metido de lleno en la guerra y piensas que por un poquito más no pasa nada, tiramos de EPO (Es Por Orgullo), no penséis mal, del agua con magnesio, las barritas, el gel, .... no pasamos (ironic mode off). Canto los kilometros pasados a medida que caen, lo celebro, PabloM me mira, sonrie, y pronuncia esas palabras que tanto odio: Ahora viene lo mejor.
Me he quedado sin balas, no hay más piños, solo piernas, ese debe ser el inicio del viaje interior, estas solo, te da tiempo a pensar en porque te levantas a las 7 de la mañana para torturarte y no para jugar a golf o simplemente no despertarte, viaje interior y conoce tu cuerpo, 36 años conociendo mi cuerpo de una manera, y ahora resulta que hay otra, el ciclismo nunca dejará de sorprenderme.
Vamos a por ello, curva a izquierda, curva derecha.. y alguna ese que me marco yo por el camino. Nos dirijimos a "Herradura del Puerto" es el punto más duro, todo el mundo lo dice, es cierto, pero es que lo de antes no es menos, duele también. Hacemos la Herradura, con trampas (bueno, yo), por fuera, a lo sucio, pero no me importa, mi moralidad se quedo en el Collado.
Pasada la Herradura, la cosa no es que aminore mucho más, pero se hace un poco más llevadero, te parece burocracia, pero hacia arriba. El último kilometro asoma, lo sé porque lo grita Rafaz y alguien tiene la amabilidad de marcarlo en el suelo. Vamos a por el, es el último, lo mediría en pedaladas, pero es una medida absurda.
Coronar, la satisfacción del trabajo bien hecho, me tiembla todo el cuerpo, veo a los que suben por Xóvar, así, sin despeinarse.... pienso para mi "sube por este lado y hablamos", pero no lo digo en alto, si yo subiese por Xóvar tendría la misma cada de sufrimiento y dolor que tengo ahora, quizas un poco menos.
Mode Escartín off, Newton mode on, todo lo que sube, baja por cojones. La bajada del Puerto es una delicia con tantas curvas, suerte sería que no viniese nunca nadie de cara y poder descender tranquilamente, en serio, todo el tiempo tumbado de izquierda a derecha. En una de esas curvas oigo un grito desgarrador, Casero subiendo, el no lo sabe, pero no le reconozco en ese momento. Esparaba que nos alcanzara antes, pero no, habremos ido rápido o el se ha dormido?
Toca almuerzo, en la Piscina, porque? por la terraza y por el bocadillo de revuelto, no tengo que justificarlo mas, destacable y recomendable. Y como siempre, los carajillos con miel... al tipo.
El resto es la burocracia de siempre, bueno, alguno se ve con la felonía de decir que podríamos volver por Alcudía de veo... que hay tiempo.
Me preguntan por mi Strava, yo les digo que bien, si sigo con esta progresión me dejarán seguir saliendo a ciclar. Las medallas no se ganan en la carretera.
Crónica editada. Añadido vídeo subida al puerto Eslida.
ResponderEliminarVideos y todo!!! que profesional!! la próxima vez intentare comunicarme.
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