DESIERTO LAS PALMAS (El despertar de Ignacio)

El pasado sábado 25 de febrero, Pablo M, Ignacio, el Capitán y Casero decidimos realizar una subida que desde la etapa de la Vuelta a España del 2015 no realizábamos, subir al Desierto de las Palmas por el lado de Benicassim, el duro.

Además ese mismo sábado teníamos comida un grupo de amigos del Colegio P.P. Carmelitas Burriana, y no había mejor forma de empezar el día visitando el Monasterio de los Padres Carmelitas del Desierto de las Palmas.

Llegada de Ignacio, bastante puntual

Quedamos a las 8.00 en la rotonda de la escultura del naranjo de Burriana, llegamos todos con bastante puntualidad, pero al llegar Ignacio dice que tiene la bici exactamente igual como la dejamos después del último pinchazo del día de la subida al Oronet, así que nos toca empezar la salida con unos minutos de retraso hasta que pone la bici un poco a punto.

Hinchando las ruedas.

El grupo desesperándose

Circulamos en grupo hasta llegar a Benicassim, el Capitán va comentando que no puede subir de unas determinadas pulsaciones, parece que empieza a "ponerse la venda antes que la herida".

Parada de rigor antes e iniciar la ascensión en la fuente que hay justo antes del paso superior de las vías del tren y empezamos a subir. Se habla de subir a un ritmo suave ya que hay enfermos/constipados en el grupo, pero parece que eso no va con Ignacio, nota que hoy puede ser su gran día. En las primeras rampas empieza a imprimir un ritmo exigente.

Perfil del Desierto de las Palmas por el lado de Benicàssim

ARTÍCULO SOBRE LA SUBIDA AL DESIERTO DE LAS PALMAS, REDACTADO POR Pablo Moros 

Primeras rampas de la subida al desierto por el lado duro.

Ignacio desde las primeras rampas empieza a marcar un ritmo ambicioso.

El Capitán vuelve a comentar algo sobre las pulsaciones y se queda atrás, Ignacio sigue a buen ritmo y parece que Pablo ha encontrado su golpe de pedal y va subiendo a buen ritmo, Pablo y Casero llegamos a dejar atrás a Ignacio, pensamos que otra vez se ha vuelto a desfondar.

Un poco antes de llegar a las curvas en las que la carretera se mete dentro mismo de la roca del Desierto de las Palmas y que coincide con el tramo más duro de la subida, Pablo empieza a ceder, está con un fuerte constipado que no le permite respirar bien.

Tramo sinuoso de la carretera CV-147 realizado en trinchera.

Llego en solitario a la cima de Puerto del desierto de las Palmas y espero que en cualquier momento aparezca en el horizonte la silueta del Capitán, para no quedarme helado bajo a su encuentro y cual es mi sorpresa cuando a los pocos metros me encuentro con Ignacio, que sube a tren, y me grita que le siga, que quiere inmortalizar este momento, rápidamente giro y voy a su rueda, está pletórico, no habla pero me hace gestos con la cabeza para que completemos los metros que nos falta hasta el cartel de la cima lo más rápido posible.

Cuando corona suelta un bramido, al fin ha vencido a su archienemigo, el Capitán Chandal y por lo que parece no ha sido una derrota por la mínima.

Ignacio enfrente del Monasterio de los Padres Carmelitas del Desierto de las Palmas. Subiendo a tren.

El símbolo de la Victoria.

Orgullosos.

Fotos y más fotos, Ignacio no quiere que este momento pase al olvido. Me relata su subida y como ha ido poco a poco yendo de menos a más.

El Capitán herido en su orgullo.

Cuando llega el Capitán nos cuenta que no ha podido exprimirse todo lo que hubiera querido y que Pablo ha sufrido verdaderas dificultades para poder coronar, Ignacio como el señor que es, le resta importancia a su victoria y dice que quiere batirse otra vez cuando todo el mundo este en perfecto estado de salud, que señorío.

Fotitos

Pablo llegando, un mal día.

Para el almuerzo nos decantamos por el Bar Bruno, con buenos bocadillos y los carajillos tamaño tazón de leche con galletas, boooo.

Los bocatones del bar Bruno, espectaculares, el Pan de la antigua panadería del Ibarsos es la clave.

El famoso carajillo del restaurante Bruno, así del mismo tamaño que una lata de Coca Cola.

El carril bici de la Avenida Este de Castellón lleno de gente (justamente en esta foto no se aprecia)

La bajada del puerto y la vuelta a casa tranquilita, hermandad y buen rollo en Dándolo Todo ya pensando en la salida del próximos fin de semana.