Saludos amig@s. Tenemos una nueva nocturna que narrar. El pasado jueves 27-07-2017 nos embarcamos en una novedosa etapa btt, muy diferente a lo que solemos ciclar, y cabe decir que con muy buenos resultados. La intención era dirigirnos hacia el Sur en un llaneo constante hasta la localidad de la Llosa. Nos habían hablado de una interesante y curiosa subida btt hacia el antiguo Depósito Segarra, en un paraje a medio camino entre el campo y la montaña. Veamos todo lo que dio de sí la sexta etapa nocturna de la temporada 2017.
AlbertoZ y QuicoF fuimos los dos únicos bikers libres y dispuestos para la nocturna. Veamos el recorrido en Strava.
La idea original era partir del puerto de Burriana, recorrer el camí de la Pedrera, hasta llegar a la autopista, y allí coger la larguísima vía de servicio on road / off road hasta llegar a la Llosa. Se preveía una pestosísima y polvorienta experiencia paralela a la autopista. Para paliar esa larga experiencia "gravel", programamos una corta visita a los Búnkeres de la Guerra Civil ubicados junto a la A7 en el término municipal de Nules.
LOS BÚNKERES DE NULES EN LA WIKIPEDIA
Hay 4 edificaciones, algunas de ellas muy bien conservadas debido a una restauración reciente. No pudimos visitarlos por dentro, pues están todos inundados de aguas verdosas de aspecto bastante insalubre. Es una visita en bici muy recomendable desde Burriana, apta para cualquier tipo de biker.
Tras la visita histórica, enfilamos la larga marcha hacia Almenara y la llosa, por unas pistas "gravel" rapidísimas, y con el viento a la espalda. A veces había tierra, asfalto roto o gravilla, pero siempre llano y siempre rápido.
También fue esta nocturna una etapa de extraños sucesos, al caer la noche salen todos los loquitos y loquitas a pasear. En una de las pistas "gravel", divisamos a lo lejos un perro grande que venía de cara, y detrás un coche con un tipo extraño dentro. Parecía que el perro paseaba a su antojo y su dueño se paseaba en coche detrás de él. En cuanto nos vio sacó la cabeza e intentó entablar una conversación, la cual rechazamos rápidamente. Pasamos de largo y sólo acertamos a oir unas palabras del hombre. "cuidado y detrás". Esas fueron las enigmáticas palabras del paseante motorizado de perros. Seguimos avanzando y nada pasó.
Pero es que en la siguiente pista "gravel" encontramos a dos chicas paseantes en nuestra misma dirección y sentido. Cuando casi las estábamos adelantando, una se giró, nos miró fijamente, y sólo dijo "PAU!". Como si nos quisiera hechizar con ese mágico conjuro. De esa guisa de extraños rufianes llegamos y entramos al municipio de la Llosa. Callejeamos por su interior, y es un interior bastante pintoresco. Parece que el tiempo y el siglo XXI no han entrado aún en ese lugar. Habrá que volver a explorar más. La gente te observa como a un insecto, es una sensación parecida a entrar en Mascarell y toparse con sus lugareños.
Dejando la Llosa hacia el oeste por una carrera convencional, pudimos atisbar nuestro siguiente objetivo, el antiguo depósito Segarra en la cima de una fantasmagórica colina.
TERRITORIO ABANDONADO
DESMEMORIATS
ÚRBEX LA BRÚJULA DE LOS ABANDONOS
Pero antes de llegar a la mansión de los horrores, había btt y del bueno. Tras dejar la carretera cogimos una pista pedregosa hacia arriba, que al poco se transformó en un sendero. Ahí escuchamos el lastimero grito de un perro que sin duda acababa de ser golpeado por mano humana. El chillido helaba la sangre, nada mejor que eso cuando te adentras en un terreno nuevo y de aspecto inquietante como el que teníamos por delante. El sendero al poco se transformó en una hermosa trialera ascendente, ciclable según la pericia del biker. Llegué hasta arriba pero mi compañero no venía. Supe después que había avistado al perrito agredido, una especie de podenco que rehuía el contacto humano. Intentó atraerlo con comida para ver si se encontraba bien, pues su aspecto era más que lamentable. Del animal de su dueño nada se supo, y llamé a AlbertoZ a voces desde la cima de la trialera, y el perro huyó y ya nada más sabremos de su desafortunada existencia.
Al final apareció Alberto lanzado como un misil para encarar la trialera ascendente, y yo con la cámara preparada para captar tan bello y épico momento. Y lo que al final pesqué fue un curioso y doloroso leñazo lateral en un paso rocoso de la trialera. Veamos la secuencia completa.
Se metió en un agujero pinchoso, y un alarido de tono alto y largo me hizo reaccionar y comprender que la leche no fue de las ligeras, en el agujero en que cayó se clavó una buena roca en el trasero. Lo tuve que sacar del agujero tirando con ambas manos. Afortunadamente no fue grave, y pudimos emprender la marcha a los pocos minutos. Cabe adelantar que al día siguiente se encontraba bien y sin secuelas.
La subida hacia el depósito es pedregosa y con curvas de herradura, con vestigios de bloques de mampostería en las curvas, parece ser que antiguamente fue un paraje de mucho tránsito. Hoy se aprecia una rodana central transitada sin duda por los bikers de montaña. Los porcentajes no son elevados y las vistas hacia la Llosa y Almenara magníficas, a medida que vamos cogiendo altura.
Hemos creado un nuevo segmento que va desde la carretera hasta las puertas de entrada a la finca Segarra, incluyendo el sendero y la trialera, unos 1.7 kms en total. Una buena experiencia en btt que además es reversible. Al llegar al collado, para acceder a la finca del Depósito, hay que seguir ascendiendo hacia la izquierda, hasta llegar a las mismas puertas.
Y al llegar a las puertas...encontramos un cartel de "Finca Estatal, prohibida la entrada". Pero empujamos y se abrió, no había cerrojos ni candados, así que...nos aventuramos a entrar en este paraje misterioso y abandonado. Veamos las fotos de la Finca.
Es ciertamente un paraje muy inquietante, el viento nocturno arrancaba quejidos a los árboles secos, y se escuchaban cosas arrastrándose en los setos y la maleza. El lugar debió de ser imponente en su día, con los depósitos llenos de agua, toda la ornamentación arquitectónica y los azulejos pintados a mano, así como los bellos pavimentos del edificio principal. Una destartalada escalera cerámica conduce hasta el edificio principal, no hay barandillas, y las caídas son de altura, bien hacia el exterior de la fortaleza o hacia el interior de los depósitos ahora tristes y secos. Al llegar al acceso de la nave principal, no nos atrevimos a entrar, desconocemos que estructura mantiene ese forjado. Lo dejamos ahí, es un sitio que al anochecer te pone los pelillos de punta, mejor volver en otra ocasión con más luz.
La bajada hacia el lado norte es bastante asequible, más corta y sale a la carretera de Xilxes-La Vall, por lo que es muy factible hacer etapas que crucen la colina en sentido inverso, subir por carretera Xilxes y bajar la colina hacia la Llosa por la pista de las curvas y la trialera final, que no es complicada, sólo un poco rocosa.
No había terminado nuestra aventura, pues nos faltaba meternos en el segunda colina de la etapa, la que divide el polígono Belcaire y la Cantera. Y desde la cima al sendero Rabosera, siempre una bajada divertida y rápida, aunque de noche y en plena oscuridad hay que estar bastante alerta.
Salud y buenas pedaladas nocturnas amig@s
Buena crónica Quico, como siempre. Esta vez has pasado al genero "novela de terror" sin despeinarte.
ResponderEliminarmenudas perrerias le estas haciendo a Alberto, entre averias, mosquitos, galletas y visitas al inframundo..... no va a querer Volver.
Le haces eso al Capitan Chandal y coje la baja ciclista para todo el invierno.
jejeje sí, lo está disfrutando todo mucho, hasta las galletas btt, el capitán también recibirá lo suyo, en cuanto coja un poco de continuidad más perrerías que recibirá :)
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