Bueno bueno, la última nocturna btt fue a la zona de Eslida. No alcanzamos la cima de Cocons, como habíamos previsto, pero disfrutamos de los encantos de Paquita Eslida en su semana festiva. Por una vez pudimos cenar sentados a la mesa, y pasar un rato agradable entre amigos bikers. Pero, también hubo espacio para el pedaleo, con buenos alicientes tanto en el camino de ida como en el de regreso, vamos con los datos de la etapa.
TODAS LAS FOTOS DE LA ETAPA
TRACK EN GARMIN CONNECT
TRACK EN STRAVA
El amigo Carlos B. y Servidor nos citamos en el polígono Carabona. El Capitán nos esperaría en el cementerio de Alquerías del Niño Perdido, buen lugar para sentarse a platicar en el atardecer. Tranquilidad y buenas vistas hacia Espadán y hacia el puente de la nacional 340. En eso que pasa un ciclista equipado del Xiquets Perduts, me suena pero lo dejo correr. Y al poco tenemos al bueno de Carlos C. entre nosotros, el artista invitado de la nocturna. Y al poco llega el Capitán. Fabuloso, éramos 4 individuos para la nocturna.
Ruraleamos en dirección a Sant Antoni, rodeamos la Muntanyeta por detrás para tomarle el pulso al fango y las últimas lluvias. Algo encontramos, estaba claro que no iba a ser una noche de bicicletas limpias al terminar la etapa.
Ascendimos hacia Espadán por la pista del Collao Norte, pero no hasta el final.
Tenía una sorpresa reservada para mis ilustres invitados nocturnos. La pared de hormigón al 22% y posterior trialera de la tubería.
Ascendimos a golpe de riñón y jadeando como perros, esfuerzo corto pero intenso. El amigo Carlos C se acordará largo tiempo de este regalo. Pero como somos ciclistas de bien, hicimos un alto en la cima para coger aire.
Trialera y de noche, corta pero con buenos elementos que te obligan a echar el culo atrás. Bajamos todos sin incidentes, buena experiencia. Tras el descenso nos dirigimos hacia Artana por la pista off-road paralela a la carretera, con buena y animada charla, comentando intereses y pensamientos que aquí no se pueden reproducir, pues no es cuestión de ahuyentar a nuestros lectores.
La cosa es...que el objetivo era subir a Cocons. Pero eran las 21:30, los estómagos anhelaban combustible, y algún miembro de la expedición empezó a soñar con chuletones nocturnos en Eslida. Poniendo esos argumentos sobre la mesa...sólo el Capitán parecía dispuesto a escalar hasta Cocons y llegar a Eslida pasadas las 11:00. Hubo una votación en la que ganó Chuletón o lo que hubiera disponible. O sea, llegar a Eslida lo más rápido posible. A pesar de que la idea del Chuletón había calado hondo, aún pude negociar subir a Quemacarajillos+ por el lado de la encrucijada de Perfumes.
Poca broma, la subida por asfalto roto y sus herraduras con gravilla tienen su morbo, lo dimos todo para ganarnos una decente pitanza nocturna en Eslida.
La mejor forma de alcanzar Eslida es por la senda Romana. Había humedad en el sendero, pero de la que da buen grip antes que inseguridad. Con Carlos C a la cabeza, el resto nos deslizamos hacia el municipio fiel a sus aguas, corcho y miel como culebras nocturnas. Y oh sorpresa, Paquita abierto, parece ser que llegamos en la semana de fiestas.
Bueno, teníamos idea de no encontrar nada abierto en Eslida, miércoles y entre semana. La heladería Suvi con suerte. Y nos habíamos pertrechado de avituallamiento sólido en nuestras mochilas. Pero llegar a Eslida de noche y encontrar Paquita abierto...es una situación que no hay que rechazar. A pesar de algunos bocatas mochileros, ampliamos la pitanza con buenas jarras de cerveza fría. Ya que lo primero que recibimos fue una litrona, y el Capitán puso de relevancia su malestar ante la mesonera, exigiendo jarras para el resto de la cena. Y oh maravilla, pues al final sí que hubo chuletón para compartir entre los bikers. Fue una bonita experiencia, de la que sólo leeréis estas palabras, pues me resisto a poner fotos de la pitanza en este relato de la etapa. Si tras estas línea aparece alguna foto de bocadillo, hueso de oliva, o chuletón a medio morder, es porque el Capitán la habrá colocado a traición y a posteriori de la publicación. Maldito marrano, el Averno lo acoja en su gloria. Baste con comentar que quedamos muy satisfechos de la experiencia nocturna paquitera, como podéis ver en estas fotos.
Bueno, bien animados tras la pitanza, nos vimos con fuerzas de emprender aún algunas pequeñas azañas. Carlos C sugirió una trialera Perfumes, subiendo por el collado Villambuch. Tras el carajillo la idea era altamente seductora en mis oídos, y allá que fuimos. 600 mts de corto ascenso desde zona Santa Cristina, nos devolvieron a la encrucijada de los Perfumes.
Capitán y Carlos B declinaron la trialera. Pero yo me puse a la diestra rueda de Carlos C y experimenté grande dosis de grip y flow sin arriesgar más de la cuenta, fantástica la experiencia, ojalá fuera más larga.
Y aún hubo ganas y ánimo para más, pues a pesar de las reticencias del Capitán, conseguimos arrastrarlo hacia Aigües Vives y el sendero Paioni.
La última senda del día, también muy disfrutada por todos los asistentes. Nos dejamos caer hasta la zona de Mascarell, y ya en el polígono de Carabona nos despedimos y nos dimos el besito de buenas noches.
No tengo aún diseño de track para la próxima nocturna, pero la huelo como muy contundente...
Salud y buenas pedaldas amig@s.
Estafadores, sólo pensáis en jalar. No llevábamos ni 200 de desnivel y ya pensando en chuletones y gorrinadas varias. Es lo que tiene traer detrás al Capellman ;)
ReplyDeleteBuena crónica QuicoFF, a ver si meto una fotos de la mentada carne, jeje.
Muy buena crónica, a la altura de la salida y del chuletón.
ReplyDeleteMe dió la impresión de que en las zonas "llanas" o bajadas por pistas o caminos de huertos ibamos muy rápido.
Yo mismo salvé dos caidas gracias a que las calas saltaron en el ultimo suspiro.
Disfruté mucho la ruta. Deporte, adrenalina, risas y buenas conversaciones entre buena gente.
bravo Carlos, en el camino de regreso había mucho "flow" en el ambiente. quizás demasiado entusiasmo. ¿miércoles nocturna 11? pero esta vez bocata de casa y sin chuletón :)
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