30/08/2022

ROAD SIERRA DE GÚDAR (13-AGO-2022)

QuicoF ciclando por Los Estrechos del río Pitarque

 

Corría el año 2017 cuando cayó en mis manos un ejemplar de una revista de turismo turolense (¿puede que fuese de "VerdeTeruel"?). En ella un grupo de ciclistas de avanzada edad proponían una etapa de casi noventa y pocos kms por la Sierra de Gúdar. Aquel reportaje se quedó grabada en mi retina y por suerte, pues la revista acabó en el cubo del reciclaje de papel, pude registrarla en el BaseCamp de Garmin antes de abandonarla en la lista de proyecto a ciclar antes de 2050. 

Así pues, durante una etapa reina de esta pasada primavera surgió la idea de hacer un viaje por zonas inexploradas y ahí que yo propuse aquella etapa que llevaba en mi tintero ya 5 años. Finalmente sería ciclada. Incluso el amigo QuicoF realizó su correspondiente proyecto.

 

Ruta original en la revista

Ruta finalmente ciclada saliendo de Allepuz


Perfil de la etapa

 

Y llegó el día, 13 de agosto de 2022. Dos valientes atrevidos decidimos realizar la gesta, acompañados por familias respectivas pero saliendo desde la cercana población de Allepuz en lugar de la original de la ruta, Villarroya de los Pinares. Sobre nuestras monturas eléctricas, pues hay pitanza importante en Villarroya casi al final de la ruta con las parejas e hija. Partimos de la Hospedería Palacio de Allepuz donde nos alojábamos sobre las 7 de la mañana. El dueño, al ser pocos los ciclistas, amablemente nos permitió guardar las bicis en un apartado del hotel. Comienzo fresco que no frío. Un fino chaleco que incluso sobra me proporciona calor. Allí abajo en La Plana y en todo el Levante comentan que el fuego del Averno se ha instalado y la gente se encierra en sus casa bajo pena de morir abrasados. Aquí, a casi 1500 msnm, no notamos nada similar.

 


Nada más salir nos encontramos con el primer puerto del día: Sollavientos. Corto repecho de 2,6km al 3,3% para calentar las patas. Coronamos al lado de un montón enorme de piedras y descendemos hacia Villarroya de los Pinares. Buen asfalto por el momento, aunque no será la tónica general de la ruta.




Llegados a Villarroya nos desviamos a le izquierda dirección Miravete de la Sierra y Aliaga. Seguimos descendiendo y el asfalto va mutando de un firme en perfectas condiciones a uno bien "botoso" que haría las delicias de más de uno. Personalmente, y coincidiendo con mi compañero, opino que el firme durante toda la ruta a pesar de no ser todo lo regular que nos gustaría, está perfectamente parcheado y los temidos 'forats' brillan por su ausencia, dando así un toque de mayor epicidad a la ruta.

Las vistas no son lo más asombroso en esta primera parte de la ruta. Lomas bien peladas de arboles, buenos roquedos con arbustos, cero sombras y ausencia de frondosidad. Paisajes muy similares al Maestrazgo castellonense. Llegan momentos en los que me hace pensar que no es la ruta más llamativa paisajísticamente que haya ciclado. Pero todo cambiará en unos cuantos kms... Aunque no adelantemos acontecimientos. 

 

 

Llegados a Miravete de la Sierra, decidimos circular por el interior del coqueto pueblo. Pasamos sobre un diminuto puentecillo que cruza el rio Guadalope. Y de repente frente a nosotros una carpa blanca y música a todo trapo. Son casi las 8 de la mañana y la nutrida horda de caras desencajadas dentro de la carpa que bailan al ritmo de Chimo Bayo nos deja anonadados. Obviamente son fechas de jolgorio, la pandemia ha pasado y las fiestas de pueblos en agosto han vuelto para quedarse.

 


 

Nosotros continuamos por el adoquinado hacia la salida del pueblo y giramos a la derecha dirección Aliaga. Tramo de llano y con asfalto algo "botoso" de nuevo y con el astro rey detrás de las montañas. Durante este tramo poco vistoso nos encontramos con el segundo puerto de la jornada: Cingla. Una tachuela, que sinceramente no recuerdo, de 1,3km, pero con rampas mortíferas de hasta el 12%.

 


 

Y continuamos descendiendo hasta Aliaga. Ya llevamos 20km y me da la sensación de que no hemos subido nada. Y así es realmente, porque hasta que no cruzamos Aliaga vadeando el río Guadalope y comenzamos el tercer puerto del día (Aliaga), el desnivel acumulado es más bien escaso. 

 




Tomo nota para la próxima vez visitar la montaña y la cruz en su cima detrás de la población de Aliaga. Días después me llegó este video del blog al que estoy suscrito "3enruta" con una ruta de senderismo por la zona bastante interesante.

 

5,2 km de puerto al 6% ya exige al cuerpo que despierte del letargo. Asfalto gravel y rampas duras de hasta el 14% si mal no recuerdo que harían las delicias de los Instagravelers más aventureros. Todo a pesar de que las vistas siguen siendo de paisajes secos y rocosos. ¿Pero cuándo empieza a verse bosque por aquí?

 




 

Coronado Aliaga viene un tramo de llaneo con algo de descenso para acometer la 4ª ascensión del día. El puerto de San Cristobal por Aliaga nos recibe con algo de pasto verde y algún que otro bosquecillo en la cercanía. Coronamos y ante nosotros aparece uno de los paisajes más abrumadores e imponentes que he visto sobre la bicicleta. La puertas a la auténtica Sierra de Gúdar. un paisaje completamente diferente a todo lo visto durante los primeros 38 km de ruta que nos deja impresionados. El mismo me recuerda a unas vistas que entre nosotros denominamos las "Puertas del Espadán" cuando desde Espadilla subes a la cima por el Barranco del Turio. 

 




 

El viento comienza a arreciar fuerte en la cima. así pues tras documentar bien la panorámica descendemos con mucha precaución hacia Pitarque.  

Y vaya descenso: herraduras, vistas imponentes, herraduras, asfalto impecable, más herraduras.... y un freno delantero, el mío, que empieza a hacer de las suyas (ya es un clásico) en tan exigente descenso. El calor, la pendiente (hasta un 14%) y la mala calidad de los mismos son mala combinación y provocan que las pinzas se queden pegadas al disco. Cosa que no me ha ocurrido en freno de disco alguno en todos estos años. Rueda prácticamente bloqueada y el fantasma del aborto de etapa flotando sobre nuestras cabezas (al menos de la mía). Llegando a valorar llamar a mi señora para que venga a recogerme. Sin embargo con un poco de sangre fría y fuerza bruta aprieto lo suficiente la maneta para que el cable ceda y se desbloqueen las pinzas. Con esto consigo terminar de bajar el puerto y llegar a la pitanza en Pitarque. 

 




 

Afortunadamente, en la plaza-frontón del pueblo hay un bar con buena pinta y en el que con más calma y una buena cerveza en el gaznate consigo remendar el freno. En cuanto al almuerzo sólo puedo hablar bondades de La Posada de Pitarque. Bocadillos de francesa, serrano, tomate y queso excelentes, pan crujiente de horno rural y Turia de barril. ¿Qué más se puede pedir? ¿Un carajillo decente fuera de Castellón? Pues también lo hacen (toque dragón). Brebaje de gran factura. Me declaro fan de los carajillos turolenses. Nunca me defraudan, incluso mejoran lo presente en algunos locales de La Plana.

 





 

Pues nada, con las panzas medianamente llenas y regadas descendemos un poco más hasta el punto más bajo de la etapa, donde recorremos toda la ribera del río Pitarque. En la zona de Los Estrechos inmortalizamos el momento. Acantilados infinitos, túneles labrados en roca viva (muy probablemente por fornidos enanos), agua fluyendo y nosotros disfrutando del momento. El asfalto en esta zona es bastante deficiente, sin embargo el lugar y la calma lo compensan. 

 







 

Y ahí que empezamos a subir de nuevo. A por la quinta cumbre. Aunque la señalización vertical ya consideran aquí el comienzo del Cuarto Pelado, nosotros lo vamos a considerar 2 puertos independientes. Benatanduz, con 16 km de puerto al 3,8% es una ascensión preciosa. Durante la primera parte, a la izquierda al otro lado del barranco, se disfruta del Cerro del Castellar. Incluso divisamos una pista que sube al cerro y fantaseamos con una futura etapa montañera.

La climatología sigue respetándonos. El sol sigue escondido tras las nubes (o ha decidido quedarse en Castellón asando a toda nuestra gente) y la temperatura no supera en ningún momento los 30ºC... y sin humedad. No se puede pedir más.

 





 

Pasamos Villarluengo y las pendientes aflojan un poco. Divisamos un desvío con una carretera recién asfaltada dirección Tronchon (Habrá que meterla en el tintero ;)). Dejamos de nuevo unas buenas vistas a la izquierda de la Loma del Pinarueco (1580msnm). Qué magnifica es esta parte de la ruta. La disfrutamos con calma pero sin pausa. Y llevamos sólo media etapa.

 






 

Llegamos a Cañada de Benatanduz y consideramos cima de puerto. Pequeño descanso y acometemos Cuarto Pelado. A por la 6ª cima: 9,5 km y 3,8% de media. El cansancio ya se acumula en las piernas, a pesar de ir asistidos. Aparece algún dolor y calambre que otro. Y para incrementar la dificultad hace acto de presencia el 'guest starring' del día: el viento. De aquí en adelante ya no nos abandonó hasta el final. Coronamos Cuarto Pelado, unas fotos en su placa rememorando por qué creía yo que mis compañeros DT llamaba al puerto de esta curiosa forma (Simón Felón) y para abajo con cautela que nos vamos.

 









Séptima cima del día. Esta vez una tachuela de la que poco recuerdo, pues el viento era muy molesto: Matilla, con 1 km y 3,4% de desnivel. Sólo recuerdo que durante el descenso y tras girar una curva a derechas el cambio viento nos dio de lado tan fuerte que a punto estuvimos de tirarnos de la bicicleta. No recuerdo haber ciclado con rachas tan fuertes en mi vida. Hubo tramos en los que por precaución íbamos prácticamente parados.

Llegados a Fortanete comenzamos el último puerto antes de la comida en Villarroya con la familia. Y no veáis si se nos hizo larga esa subida. Viento, pestosidad y abuso de motor. Creo que sin pila aún estaría subiendo ese puerto 2 semanas después. Un horror. Coronamos Fortanete (Villarroya de los Pinares por el Este: 8,6 infernales km y 4%). En la cima un auténtico vendaval. sin embargo con calma y sosiego (John Spartan) pudimos llegar a la gran pitanza en el Asador Villarroya. 

 







 
La sugerencias del rumiante chef fueron: chopitos, cachopo y chuletón, sí, las 3 CHs. De los chopitos una señorita no dejó ni rastro, casi ni los probamos, el cachopo era más grande que mi cara y el chuletón estaba tan jugoso como enorme era el mesonero. Se repeló hasta el hueso. Todo bien regadito todo con un RB, la coca-cola de los vinos, nunca falla. Todo calidad. Eso sí, la calidad se paga. Y de nuevo un carajillo turolense como si lo hubiesen hecho en el mismísimo Espadán. En esta ocasión presentado en mesa para ser quemado al gusto personal de cada uno. Espectacular.





Y ya con pocas ganas de ciclar de nuevo, nos subimos a nuestras monturas y acometimos la última subida del día. Noveno puerto: Sollavientos por Villarroya. Pestosidad absoluta con tripas repleta y viento molesto. Así pues, abusamos de motor y llegamos a Allepuz para la hora de la siesta en la Hospedería.

Finalmente ciclamos la etapa que tanto años llevaba en mi cabeza. Un disfrute de ruta, de paisajes y como no, de compañía, tanto encima como bajo de la bicicleta. Volveremos por aquí más pronto que tarde. Tan cerca de casa como desconocida por mí. Muchas rutas por descubrir tanto en btt como en carretera. 

Saludos y cuidado en la carretera.

Track de la etapa en Strava

 


Todas las fotos en Google Photos

Vídeo de la etapa en YouTube

 

5 comentarios :

  1. Enhorabuena por el relato, Rafa.
    Magnifico.
    Entre QuicoF y tú podriais ya escribir un tratado extenso para glosar todos los eventos ciclados desde todos los aspectos.
    Paisajes, firmes, curiosidades, sensaciones personales y sobre todo las pitanzas y birranzas.
    Lo dicho, enhorabuena.

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    Respuestas
    1. la pitanza de Pitarque fue especialmente sabrosa. mejor jamón de bocadillo en muchos años, birra Turia y carajillo de gran calidad. para regresar

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    2. Muchas gracias PacoF. Con nuestras crónicas intentamos reflejar lo vivido en tan apasionantes gestas para que vosotros, público fiel, las disfrutéis tanto como nosotros. Saludos

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  2. bravo Capitán, una crónica a la altura de la etapa. finalmente, años después, el sueño turolense de la sierra de Gúdar se llevó a cabo. La próxima escapada turolense la haremos desde Vilafranca del Cid. Un par de noches, la previa y la post, ya para 2023. avisaremos al Villano Electrificado: https://connect.garmin.com/modern/course/127280480

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  3. Gracias QuicoF por acompañarme en la realización de estos etapones. en solipandi no serían lo mismo ni de lejos.
    Buen aporte para la próxima turolense. Bravo

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Salud y buenas pedaladas amig@s. grupo@dandolotodo09.com