Buenas amig@s DT. Termina el verano y se viene el "veroño". Época ideal para las grandes gestas anuales por el norte castellonense a las que ya estamos habituándonos. En esta ocasión varias eran las opciones. Una de ellas era subir el puerto del Querol, ahora sin tráfico. Pero no, la gesta nos lleva más allá de Morella adentrándonos en nuestra adorada Teruel para descubrir nuevos puertos. Allí vamos.
Así pues tres somos los valientes que un día antes de la etapa nos desplazamos a Chiva de Morella. QuicoF y servidor vamos en un mismo vehículo con las bicis montadas en la baca partiendo sobre las 18h desde La Plana. En destino nos espera Guille que con la amabilidad nos deja pernoctar en su casa. Muchas gracias Guillermo. 👏👏
Sobre las 8 de la tarde llegamos a Chiva. Descargamos y nos desplazamos hasta Morella City para reponer fuerzas en el conocido bar La Nevera (con nevera incluida). Elegimos interior pues la temperatura ya es fresca en estas horas y en estas fechas por estos lares. Al llegar nos indican que insistentemente que no hay pan. Por tanto nos decantamos por tapas centrales (pollo rebozado con salsa al curry, bravas y croquetas variadas) y una pizza. Todo regado con 1906 de barril. He de decir que estaba todo muy sabroso. Incluso solicité una tarta de queso notable en lugar de los carajillos de mis compañeros. Nos percatamos tarde de que podíamos haber pedido un chuletón, pero ante la insistencia del mesonero de la escasez de pan nos decantamos por el tapeo. Que no fue mala elección tampoco.
Durante la cena el detallista QuicoF nos agasaja con el proyecto de la etapa impreso en papal junto con un perfil altimétrico de la misma para que lo llevemos durante la ruta. Lo ojeamos durante un rato comentando cada uno de los puertos. Sin embargo a la hora de partir nos los dejamos olvidados en el bar. Supongo que el orondo mesonero habrá disfrutado de dichos informes.
Volvemos a Chiva y descansamos una 6 horas. A las 8:30 de la mañana ya estamos desayunados frugalmente (choleck y magdalena) y listos para rodar. Mañana fresca que no tiene pinta de durar pues el maldito verano parece que nunca termina, incluso en estas latitudes. Interior de rejilla, maillot y un chaleco que no va a durar mucho encima son mis armas. QuicoF incluso elige el maillot flamígero DT de manga larga de entretiempo.
Nota: Como es habitual en estas crónicas con tantos puertos no voy a detallarlos todos con pelos y señales. Voy a describirlos con mis sensaciones. Todos los detalles de los mismos con datos más objetivos los podéis encontrar en las fichas individuales que el compañero Quico ha desarrollado con tanta pasión y que voy indicando en la presente crónica.
Superada esta primera cima descendemos 2 km para acometer la segunda: La subida hasta el Portal de Sant Miquel de Morella. Tachuela de km y medio que ya va poniendo las piernas en caliente con un descanso en el acueducto de Santa Lucia y final en la Puerta de San Miguel ya en la población de Morella. Durante todo el ascenso las vistas de Morella son impresionantes y son varias las veces que nos apeamos para robar unas fotos a tan magnifico paisaje.
A continuación bordeamos la población y nos dirigimos dirección Forcall en un largo descenso que nos imaginábamos más fresco de lo que realmente fue. A estas alturas de etapa el chaleco ya sobra incluso en los descensos. Maldito "veroño". Pasamos por delante de la afamada fábrica Giner y la empresa de actividades de aventura Saltapins y llegado al cruce descendemos dirección Villores. Pasamos la gasolinera e inmediatamente tenemos el desvío a Villores y el comienzo de su puerto homónimo o también conocido por La Roca Tallada.
Llegamos a una plaza 15 minutos antes de la hora convenida. Son las 9:45 y el bar aparentemente esta cerrado. En la plaza se atisban unas mesas, sillas y sombrillas pero poco movimiento hostelero. Esperaremos unos minutos a que abran. Sin embargo cuando Quico sube la calle para aparcar su bici nos avisa de que la entrada está más arriba. Posteriormente nos comentarían que dicha plaza se utiliza para uso del bar pero no tiene servicio a mesa (lo ha de llevar y traer uno mismo). El bar está atestado de lugareños. Nos sentamos y exigimos nuestra correspondiente tortilla frita. Tarda un poco pero mientras conversamos con el dueño y algunos parroquianos. Parece ser que el sr. Casero es bastante conocido en la zona, aunque al dueño le costó recordarlo. ¿Por qué será?😜.
Y con la panza bien llena y el gaznate bien regado continuamos el puerto de Villores. Puerto de 9kms con descansos, muy llevadero y bonito entre pinares de árboles jóvenes. Me viene a la mente una conversación durante unos trabajos en ATG en la que la alcaldesa de la vecina población de Palanques nos comentó que esos pinos eran bien jóvenes pues hacía unos 20-25 años hubo un incendio por la zona sur de Palanques.
Eso sí, ocurrió lo que ocurre en estos puertos limítrofes con Teruel. En cuanto llegas a la señal de cambio de autonomía el asfalto se torna muy deficiente. Durante el descenso a Luco de Bordón el asfalto está parcheado con grava donde antes había unos buenos 'forats'. En mi opinión es más peligroso para el ciclista este parcheado que no poner nada y dejar los temidos 'forats'. En alguna ocasión se nos fue la rueda y cerca estuvimos de la caída. Pero con algo de pericia y calma lo sobrepasamos exitosamente sin percance alguno.
Sin embargo al llegar a Luco nos recibe un repecho de menos de un km con una media del 9%. He de reconocer que se me atragantó y me costó alcanzar la cima. No así mis compañeros que llegaron con bastante soltura.
Continuamos descendiendo un poco más por asfalto 'mierder' hasta poco antes de llegar a Bordón donde el firme se transforma en una carretera muy correcta y con buen arcén. Y comenzamos el puerto de La Torreta. ¿Cómo definir este puerto? Pues una de las mayores pestosidades que recuerdo en mi vida ciclista. Digno de estar entre los grandes apestados del cicloturismo como Arenillas, Marianet o Fiscal. Un puerto que sólo los ciclistas más pestosos pueden llegar a disfrutar (Casero?🤔). Sus interminables 8,4 kms se me hicieron eternos. Recuerdo algunos descansos pero que eran casi tan soporíferos como las rampas. Todo ello aderezado con un paisaje más bien poco agraciado hace que incluso empecen a aflorar dolores olvidados. Visto en esta tesitura el cuerpo me pide acabar rápidamente con este sufrimiento y meto la directa en el último km abandonando a mis compañeros en pos de alcanzar la cima cuanto antes.
Y bajamos hacia Cinctorres. Allí nos espera la pitanza. Intentamos en su momento reservar en El Faixero, pero unos días despues de haber confirmado, la reserva me fue cancelada por surgirles una boda. Bueno, a la próxima será. Por tanto nos decantamos por el Ring Gastrobar, con nueva gerencia. Por lo visto inicialmente lo montaron los mismos dueños del Faixero. Buen lugar con moderna decoración estropeado por la tortura del hilo musical, torpedeando 'reggaeton' en nuestros oídos. La comida fue correcta sin más, sin sobresaltos, platos combinados normalitos, cerveza de botella y carajillos flojos. Pero bueno, visto lo difícil que fue conseguir mesa los días anteriores, entre bodas espontaneas, locales cerrados por vacaciones y demás, ya nos dimos con un canto en los dientes encontrando este bar.
Y cogemos de nuevo nuestras monturas para acometer la parte final de nuestra ruta. Y con ello el puerto más temido de la etapa. El puerto gravel-offroad de Ortells. Un puerto para hacer con todo tipo de máquinas salvo las de carretera. Y por llevar la contraria ahí que vamos con nuestras 'road' donde dicen que no deberíamos. El puerto comienza ya fuerte con una rampa cementada al 12%. Luego suaviza durante 2,5 km. A partir de aquí empieza a tender hacia arriba. Llegados a los 3,5 km de puerto comienza el terreno pistero con rampas del 13 y 16%. Muy exigentes para nuestras flacas y nuestras piernas ya cargadas. Aun así nuestra pericia en el btt trialero hace que Quico y servidor nos manejemos bien en este difícil tramo. El amigo Guillermo, más precavido, se apea para no destrozar su bicicleta. De nuevo hace acto de presencia el asfalto y como boletón final de fiesta una hermosa rampa al 18%. Desde aquí hasta Chiva de Morella ya queda poco y en este tramo nos deleitamos, como durante toda la subida, con las vistas a la derecha de la Muela d'En Camarás y sus montañas adyacentes.
Llegamos a Chiva y por ende a casa de Guille bastante cansados sobre las 17:30 de la tarde. Incluso algunas marmotas exigen una mini siesta antes de pasar por la ducha. Se les concede pues son conductores y deben estar descansados para el trayecto a La Plana. Por mi parte ducha, recoger bártulos y prepararme para la vuelta al hogar ya pensando en la próxima gesta norteña por la zona. Sólo con que sea la mitad de divertida y en tan buena compañía ya me daría por servido.
Mi agradecimiento encarecido a Guille por dejarnos pernoctar en su casa, su hospitalidad será largamente recordada 👏. Y a QuicoF por las gestiones de cada proyecto, por hacerme de chófer y por su paciencia por con mis cronicas a fuego lento 😉.
Saludos y cuidado en las carreteras.
Vídeo de la etapa con jugosos improperios a los ausentes Melofo y 🐢👴
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Todas las fotos en
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Bravo qué grandísimo y completo artículo. Seguramente la mejor crónica y etapa del año 2022, al año que viene a repetir la etapa por Els Ports, septiembre-octubre es la mejor fecha.
ResponderEliminarel vídeo es fantástico, ilustrando a la perfección el tramo off-road del Coll d'Ortells llegando a Xiva de Morella
ResponderEliminarMuchas gracias QuicoF. Pero ya sabes que sin un buen proyecto no siempre sale todo tan bien.
ResponderEliminarSí, volveremos, las gestas otoñales son lo mejor.